lunes, 25 de mayo de 2015

LA BÚSQUEDA DE NOLE

             A unos cuantos días de su cumpleaños número 28, me parece importante poner en perspectiva lo que Novak Djokovic ha hecho y lo que está a punto de conseguir. El originario de Belgrado ha tenido que luchar desde sus inicios contra las desventajas que conlleva haber nacido en un territorio bélico, pero que parece le han preparado para salir adelante de situaciones menos complejas en comparación durante su carrera como tenista profesional.

            Remontándonos a sus inicios en los torneos de primer nivel alrededor de 2005, el panorama tenístico tenía a un claro dominador en Roger Federer y a un chico español que comenzaba a plantarle cara al gran campeón en Rafael Nadal. Si a esto le sumas que al igual que Novak venían surgiendo chicos como Murray, Wawrinka o Del Potro pues estamos hablando de que comenzaba una nueva era dorada del tenis en la que sería bastante complicado destacar.

            A pesar de todo esto, Djokovic decidió que valía la pena intentarlo y en base a su gran talento y determinación comenzó a escribir su propia historia poco a poco. Al principio fue difícil pues como era de esperarse los 2 monstruos Nadal y Federer seguían acaparando los 4 torneos de Grand Slam, pero su recompensa llegaría en el abierto de Australia 2008 donde después de ganarle la semifinal a Federer, logró imponerse al francés Tsonga en la final y conseguir así su primer torneo grande. Éste sin duda fue un parteaguas en su carrera y le dio la confianza y motivación suficientes para seguir en su búsqueda por ser el número 1 del mundo.

            Los años que vinieron le sirvieron para consolidar un estilo de juego más agresivo y seguir ganando más torneos. Quedo claro desde entonces que su devolución a ambos perfiles era uno de los puntos más fuertes de su juego al igual que el buen golpeo de fondo, ya que podía aguantar puntos muy largos y llegar a pelotas casi imposibles hasta forzar el error del rival. Por otro lado también quedó claro que necesitaba trabajar más en su saque y volea para tener un juego más completo.

            En el año 2013 entonces, a pesar de ser ya el número 1 del ranking, busca la ayuda del ex-tenista Boris Becker (uno de los mejores jugadores de saque y volea de la historia) para mejorar estos aspectos de su juego y se integra a su cuerpo de entrenadores. Durante 2014 y estos últimos meses de éste año se ha notado aún más la mejoría en los puntos que tenía por refinar y probablemente se encuentra en el mejor momento de su carrera con ya 8 títulos de Grand Slam en su haber y con Roland Garros a una semana de empezar. Cabe mencionar que su principal objetivo actual es ganar este torneo ya que es el único de los 4 grandes que le falta en sus vitrinas y con ello conseguiría el famoso Slam de Carrera que muy pocos jugadores han podido obtener.

            Para muchos entrenadores y ex­-jugadores, Nole es ya considerado el jugador más completo de la historia por su  gran variedad de golpes, la capacidad para jugar bien en cualquier superficie y lo más importante: una mentalidad ganadora a prueba de todo. Es una especie de híbrido entre Rafael Nadal,  Roger Federer y Andy Murray, sus 3 rivales contemporáneos más fuertes, lo que demuestra su gran versatilidad y capacidad de adaptación dependiendo las circunstancias del partido.