jueves, 1 de octubre de 2015

TEMPORADA DE ENSUEÑO

    Se nos acabó una temporada más de Golf lamentablemente muchachos, pero podemos decir que fue un año de gratas revelaciones y muchísimas emociones en todos los torneos importantes de la gira. A fin de cuentas, tenemos en Jordan Spieth y Jason Day, a las dos principales figuras con 6 y 5 victorias respectivamente.

El “chico maravilla” de  Dallas lució en particular imponente, al consagrarse con un claro margen en el Masters de Augusta y después en el U.S. Open de Chamber´s Bay. Ésta hazaña no se conseguía desde que Tiger Woods lo hizo en 2002. A esto le tenemos que sumar que estuvo muy cerca también de ganar el Abierto Británico y el PGA Championship, lo cual ya hubiera sido algo sin precedentes.

No satisfecho con estas históricas victorias a su corta edad, Jordan se encargó de apretar en el momento justo de final de temporada y con ello logró llevarse este pasado fin de semana el Tour Championship, y automáticamente la ansiada y cotizada FedEx Cup. Al conquistar esta copa se hizo acreedor a un premio económico extra de nada más y nada menos que 10 millones de dólares. Hablando de las ganancias obtenidas en el campo de golf (no cuentan patrocinios y otros ingresos), ha establecido un nuevo récord histórico.

A pesar de todo esto, podemos decir que no fue el único con un año excepcional, pues el australiano Jason Day, por fin logro consagrarse como otra de las máximas figuras a seguir en este deporte. En todos los torneos majors estuvo cerca de los líderes y finalmente pudo coronarse en el PGA Championship, jugado en Whistling Straits. Todo el cierre de temporada mantuvo un ritmo contundente y jugó de manera fantástica para llevarse otros dos torneos de los playoffs.

En lo que respecta a nosotros los mexicanos, podemos decir que también fue un año de mayor presencia de compatriotas, y la mención especial se la lleva el tapatío Carlos Ortiz, quien pudo conservar su tarjeta y tuvo un primer año de adaptación a la gira bastante aceptable. Estuvo cerca de darnos una alegría mayor con un triunfo en un par de torneos sobretodo, y al final logró llegar hasta el segundo evento de los playoffs de la FedEx, que no es cosa fácil, puesto que solo juegan los mejores 100 y logró colocarse dentro de los mejores 75 del año.

Así pues, me queda mencionar que oficialmente estamos ya en una nueva era dorada del golf, encabezada por Rory McIlroy, Jordan Spieth , Jason Day y Rickie Fowler, en la que veremos batallas épicas y una calidad impresionante. Tengo la esperanza también de que Carlos Ortiz pueda unirse a esta selecta élite y pueda competirles al tú por tú durante muy pronto. Que venga pues un nuevo año de golf!