Se nos acabó una temporada más de Golf lamentablemente
muchachos, pero podemos decir que fue un año de gratas revelaciones y
muchísimas emociones en todos los torneos importantes de la gira. A fin de
cuentas, tenemos en Jordan Spieth y Jason Day, a las dos principales figuras
con 6 y 5 victorias respectivamente.
El “chico maravilla” de Dallas lució en particular imponente, al
consagrarse con un claro margen en el Masters de Augusta y después en el U.S.
Open de Chamber´s Bay. Ésta hazaña no se conseguía desde que Tiger Woods lo
hizo en 2002. A esto le tenemos que sumar que estuvo muy cerca también de ganar
el Abierto Británico y el PGA Championship, lo cual ya hubiera sido algo sin
precedentes.
No satisfecho con estas históricas
victorias a su corta edad, Jordan se encargó de apretar en el momento justo de
final de temporada y con ello logró llevarse este pasado fin de semana el Tour
Championship, y automáticamente la ansiada y cotizada FedEx Cup. Al conquistar
esta copa se hizo acreedor a un premio económico extra de nada más y nada menos
que 10 millones de dólares. Hablando de las ganancias obtenidas en el campo de
golf (no cuentan patrocinios y otros ingresos), ha establecido un nuevo récord
histórico.
A pesar de todo esto, podemos decir
que no fue el único con un año excepcional, pues el australiano Jason Day, por
fin logro consagrarse como otra de las máximas figuras a seguir en este
deporte. En todos los torneos majors estuvo cerca de los líderes y finalmente
pudo coronarse en el PGA Championship, jugado en Whistling Straits. Todo el
cierre de temporada mantuvo un ritmo contundente y jugó de manera fantástica
para llevarse otros dos torneos de los playoffs.
En lo que respecta a nosotros los
mexicanos, podemos decir que también fue un año de mayor presencia de
compatriotas, y la mención especial se la lleva el tapatío Carlos Ortiz, quien
pudo conservar su tarjeta y tuvo un primer año de adaptación a la gira bastante
aceptable. Estuvo cerca de darnos una alegría mayor con un triunfo en un par de
torneos sobretodo, y al final logró llegar hasta el segundo evento de los
playoffs de la FedEx, que no es cosa fácil, puesto que solo juegan los mejores 100
y logró colocarse dentro de los mejores 75 del año.
Así pues, me queda mencionar que
oficialmente estamos ya en una nueva era dorada del golf, encabezada por Rory
McIlroy, Jordan Spieth , Jason Day y Rickie Fowler, en la que veremos batallas
épicas y una calidad impresionante. Tengo la esperanza también de que Carlos
Ortiz pueda unirse a esta selecta élite y pueda competirles al tú por tú
durante muy pronto. Que venga pues un nuevo año de golf!
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